Es una perdida lamentable. Pero nos da tranquilidad saber que esta en un lugar , mas placentero que este mundo.
Hace dos años si no me equivoco partio su amada esposa, el la extrañaba y en cada conferencia se estaba despidiendo, ahora llego su hora y ese encuentro celestial de dos esposos que se aman debe haber sido maravilloso.
¡ gracias presidente Hinckley por su hermoso ejemplo de vida!


